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La Iluminación de los Demás Prohibición contra matar “Todos los bhiksus que viven en pureza y todos los Bodhisattvas siempre se abstienen incluso de caminar sobre la hierba; ¿cómo podrían aceptar arrancarla de raíz? ¿Cómo, entonces, pueden aquellos que practican la gran compasión alimentarse de la carne y la sangre de los seres vivos? Si los bhiksus no usan vestiduras hechas de […] seda, botas de cuero local y pieles, y se abstienen de consumir leche, nata y mantequilla, ellos realmente estarán liberados de lo mundano; después de pagar sus deudas pasadas, ellos no transmigrarán en los tres reinos de la existencia. ¿Por qué? Porque al usar productos animales, se crean causas (que siempre son seguidas por efectos), así como un hombre que come cereales cultivados en la tierra y cuyos pies no pueden apartarse del suelo. Si un hombre puede (controlar) su cuerpo y su mente y, de ese modo, se abstiene de comer carne de animales y de usar productos animales, Yo digo que realmente será liberado. Esta enseñanza mía es la del Buda, mientras que cualquier otra es la de los demonios malignos”. Prohibición contra robar “Además, Ananda, si los seres vivos en los seis mundos de la existencia dejan de robar, ellos no estarán sujetos al continuo ciclo de nacimientos y muertes. Tu práctica del Samadhi debería liberarte de las impurezas, pero si tu mente ladrona no es erradicada, estas no podrán ser eliminadas. Puedes adquirir mucha sabiduría, pero si no dejas de robar, cuando se manifieste el dhyana, caerás en el camino de los demonios, en el cual el rango más alto es alcanzado por los espíritus astutos, el intermedio por los espíritus malignos, y el más bajo por los hombres poseídos. Estos demonios tienen sus seguidores y se jactan de alcanzar el Bodhi Supremo. Después de mi nirvana, en la era del fin del Dharma, estos demonios se encontrarán por todo el mundo. Ocultarán su perfidia, se harán pasar por hombres de buen consejo y declararán que han alcanzado el Dharma Superior para engañar a los ignorantes, quienes así perderán sus mentes; dondequiera que pasen, causarán innumerables miserias a sus creyentes. Por esta razón enseño a los bhiksus a mendigar comida para que puedan superar la codicia y realizar el Bodhi. Ellos […] pasan sus años restantes como viajeros transitorios en los tres reinos de la existencia para probar su última transmigración sin volver a encarnar. ¿Cómo pueden los ladrones que visten la túnica de la Sangha actuar como traficantes del Tathagata y cometer actos kármicos, afirmando que todos ellos predican el Dharma del Buda? Ellos no son (verdaderos) renunciantes. […] Ellos engañan a un número incalculable de seres vivos, haciéndolos caer en el reino de los infiernos ininterrumpidos. […] Entonces debes enseñar a los hombres mundanos que practican el Samadhi a no robar. Esto se llama la profunda enseñanza del Buda sobre la tercera acción decisiva. Ananda, si no se detiene el robo, la práctica del dhyana-samadhi es como verter agua en un recipiente que nunca la retendrá a pesar del paso de eones incontables como el polvo. Si este bhiksu no conserva vestiduras en exceso de lo que necesita, da a otros todo alimento que exceda su requerimiento, junta sus dos palmas para saludar a la comunidad y considera como alabanza los insultos y los golpes – es decir, si está dispuesto a dar su propia carne, huesos y sangre, y si no se presenta como un experto intérprete de la doctrina expedita e incompleta y no la enseña a los principiantes para no confundirlos, el Buda confirmará su realización del Samadhi. Esta enseñanza mía es la del Buda, mientras que cualquier otra es la de los demonios malignos. […]” Prohibición contra mentir “Ananda, si los seres vivos en los seis mundos de la existencia, después de limpiar sus cuerpos y mentes de matar, robar y la carnalidad, continúan mintiendo, fracasarán en realizar el Samadhi y se convertirán en demonios (llenos de) orgullo y prejuicio. Como resultado, perderán la semilla del Tathagata y, en su búsqueda de fama mundana, afirmarán que han alcanzado y realizado lo que en realidad no han logrado. Se jactan de su realización de los estados de srotaapanna, sakrdagamin, anagamin, arhat, y pratyeka-buda y de las diez etapas del desarrollo de Bodhisattva, con el fin de atraer creyentes que les hagan ofrendas para la expiación de pecados. Estos no creyentes (icchantika) destruirán la semilla del Buda tan fácilmente como cortar el tronco de una palmera con un hacha afilada (para impedir que crezca). El Buda predice que estas personas destruirán sus excelentes raíces, no recuperarán el sentido común, se hundirán en los tres océanos (reinos) de sufrimiento, y nunca alcanzarán el Samadhi. ‘Ahora ordeno a los Bodhisattvas y Arhats que aparezcan, en la era del fin del Dharma después de mi nirvana, en todos los apropiados cuerpos de transformación para salvar a aquellos atrapados en la rueda del samsara. Ellos deberán venir como monjes, discípulos laicos, príncipes, ministros, niños y niñas, etcétera, para acompañarlos y alabar el Dharma del Buda en su presencia, a fin de convertirlos y exhortarlos a practicarlo. Al hacerlo, no deberán revelar que son verdaderos Bodhisattvas y Arhats. No revelarán a los principiantes la causa esotérica del Buda, pero cuando estén a punto de morir, mostrarán en secreto alguna prueba de su iluminación (para aumentar la fe de sus discípulos en el Dharma). ¿Cómo, entonces, podrían tales personas engañar a los seres vivos contando mentiras deliberadas? Debes enseñar a los hombres mundanos que practican el Samadhi a no mentir. Esto se llama la profunda enseñanza del Buda sobre la cuarta acción decisiva. Ananda, si no se detiene la mentira, la práctica del dhyana-samadhi es como esculpir en excremento una estatua de sándalo y esperar que sea fragante, lo cual es imposible. Enseño a los bhiksus a desarrollar una mente recta, que es el templo de la iluminación (bodhimandala), y a ser justos en sus actos comunes de la vida diaria, al caminar, estar de pie, sentarse y recostarse. ¿Cómo puede un mentiroso pretender que ha realizado el Supremo Dharma? Esto es como un hombre pobre proclamándose a sí mismo rey; solo atraerá problemas y desgracias. Con mayor razón no puede usurpar el (trono del) Rey de la Ley. Si la causa fundamental es falsa, su fruto será distorsionado, y la búsqueda de la Iluminación del Buda se volverá imposible. Si un bhiksu (desarrolla) una mente tan recta como una cuerda de laúd y es veraz en todas las circunstancias, él evitará, en su práctica del Samadhi, todas las dificultades causadas por el demonio. Yo confirmaré su realización de el Supremo Bodhi del Bodhisattva. Esta enseñanza mía es la del Buda, mientras que cualquier otra es la de los demonios malignos”.
